Endodoncia
Endodoncia: la solución para los dientes enfermos
¿Dolor de muelas?
Devuelve la salud a tus dientes
La endodoncia es un tratamiento dental que se utiliza para tratar el interior del diente cuando el nervio se ve afectado. Suele deberse a caries extensas que llegan a invadir la pulpa dental.
Si experimentas dolor intenso al masticar o al exponer el diente al frío o al calor, es posible que necesites una endodoncia. Esta técnica también se utiliza para tratar la infección dental que causa el dolor agudo y los abscesos dentales.
En la Clínica Meyer & Meyer contamos con especialistas en endodoncia que realizarán el tratamiento bajo anestesia local para garantizar que no sientas ningún dolor durante el procedimiento.
Durante la endodoncia, se eliminará la pulpa dental y se sellará el conducto con un material biocompatible para evitar la entrada de microorganismos en el futuro. Una vez finalizado el procedimiento, es normal sentir una ligera sensibilidad en la zona tratada, pero te recetaremos los medicamentos necesarios para que te sientas cómodo y puedas continuar con tu vida diaria sin molestias.
Si necesitas una endodoncia, no dudes en ponerte en contacto con nosotros para programar una consulta y determinar el mejor plan de tratamiento para tu caso en particular.
65%
de la población se muestra bastante o muy preocupada por su salud bucodental
56%
de los individuos manifestan algún tipo de problema de salud bucal
50%
de españoles ha realizado una visita en este último año
Material calidad
Trabajamos con materiales de alta gama y con las mejores marcas del mercado
Flexibilidad de pago
Conoce nuestras diferentes formas de pago que se ajustan a tus necesidades
Receta electrónica
La tecnología nos permite cuidar de ti y del planeta
Señales de alerta
Agende una cita con nosotros si tiene alguno de estos síntomas:
- Dolor en los dientes, encías o mandíbula
- Sensibilidad dental al frío o al calor
- Sangrado o inflamación de las encías
- Mal aliento persistente
- Caries o manchas en los dientes
- Dificultad para morder o masticar los alimentos
- Dolor de cabeza o cuello
- Lesiones en la boca, como llagas o úlceras
- Dificultad para hablar o tragar
- Cambios en la coloración o textura de los dientes o encías